Reseña de Storm Over Jerusalem (2023)

El asedio romano de Jerusalén se produjo en el año 70 d.C. en el marco de la Primera Guerra Judeorromana o Gran Revuelta Judía (Bellum Iudaicum en latín), una de las tres principales rebeliones hebreas, y tuvo lugar durante el mandato de Vespasiano. Tras meses de hostigamiento, las tropas lideradas por Tito entraron en la ciudad, saquearon e incendiaron el Templo de Jerusalén, y demolieron las principales fortalezas judías. Storm Over Jerusalem, editado por Multi-Man Publishing (2003) nos lleva a revivir la captura de la ciudad sagrada.

Contexto histórico

El asedio a Jerusalén en el 70 d.C., que resultó en la destrucción del Segundo Templo, fue una de las campañas más significativas durante la Primera Guerra Judeorromana. Esta guerra, que tuvo lugar del 66 al 73 d.C., fue la primera de tres revueltas de los judíos de la provincia romana de Judea contra el Imperio Romano.

El asedio a Jerusalén fue liderado por el futuro emperador romano Tito, hijo del emperador Vespasiano, quien estaba al mando de la Décima Legión Fretensis y varias unidades auxiliares. El ataque romano fue en respuesta a una rebelión en Judea que comenzó en el 66 d.C.

Jerusalén en el año 70 dC, en una reconstrucción que el mapa recoge bastante fielmente (recomiendo ampliar). [Fuente]

La ciudad de Jerusalén estaba bien fortificada y se habían hecho preparativos para un asedio. Los defensores, aunque desunidos en diferentes facciones, estaban decididos a resistir. No obstante, a medida que el asedio se prolongaba, la falta de unidad entre los defensores judíos y la escasez de alimentos y agua comenzaron a pasar factura.

El asedio comenzó en abril del 70 d.C. Las legiones romanas rodearon la ciudad y comenzaron a construir un muro de circunvalación para evitar que nadie pudiera entrar o salir. El muro de circunvalación, junto con la estrategia de las legiones de cortar los suministros a la ciudad, resultó efectivo, y la situación dentro de Jerusalén se volvió cada vez más desesperada a medida que avanzaba el asedio.

En agosto del 70 d.C., los romanos lanzaron un asalto final sobre la ciudad. Primero atacaron el tercer muro y luego el segundo, empujando a los defensores hacia el interior de la ciudad. Finalmente, lograron penetrar el primer muro y llegar al Templo, el cual fue incendiado, a pesar de las órdenes de Tito de mantenerlo intacto.

La destrucción del Templo fue un golpe devastador para los judíos, ya que era el centro de su vida religiosa y un símbolo de su identidad nacional. El asedio terminó con una gran pérdida de vidas; los historiadores antiguos, como Flavio Josefo, estiman que cientos de miles de judíos murieron durante el asedio, muchos de ellos de hambre y enfermedades. Además, miles fueron esclavizados y enviados a Roma.

«…las pilas de cadáveres crecían más y más, mientras por los escalones del Santuario corría un río de sangre y los cuerpos de aquellos asesinados en la cima se deslizaban hasta el fondo.»
— Flavio Josefo, La guerra judía.

El asedio a Jerusalén y la destrucción del Templo marcaron el comienzo de un período de dispersión y diáspora para los judíos. Asimismo, estos acontecimientos dieron lugar a cambios significativos en la práctica y el entendimiento de la religión judía, incluyendo la transición del judaísmo del Templo al judaísmo rabínico.

El juego

Storm Over Jerusalem es un wargame operacional diseñado por Scott Blanton, con el arte de Nico Eskubi, y publicado por Multi-Man Publishing en 2023. El juego sigue la estela de otros de la serie Storm Over…. como Storm Over Stalingrad y Storm Over Dien Bien Phu, esto es, un juego de control de áreas, basado en turnos e impulsos, y que utiliza cartas para complementar las acciones de cada impulso. El juego está indicado para dos jugadores (según la propia editorial, la adaptabilidad para jugar en solitario es baja, pero puede jugarse), su dureza en BGG es de 2.60 cuando se escribe esta reseña, y su duración aproximada es de 2-3h. El juego se desarrolla en 8 turnos.

La portada del juego toma prestada el extraordinario cuadro de Francesco Hayez Destrucción del templo de Jerusalén (1867).

Las calidades

Hablemos en primer lugar de las calidades del juego. Vaya por delante que Storm Over Jerusalem es un juego caro para los materiales que ofrece, que son: un mapa de papel satinado, dos planchas de fichas, un pequeño mazo de 55 cartas (en cajita), cuatro dados, dos hojas de ayuda de cartón satinado y un breve reglamento a color. Supongo que es el precio que hay que pagar por este producto proudly made in the USA. Ahora bien, hay que decir que las fichas no son muy gruesas y se dejan clipear muy bien, el manual, a pesar de tener un gramaje excesivamente fino para el satinado que lleva, está muy bien maquetado y explicado, y a mí me personalmente me parece que el estilo tanto del mapa, que me parece muy bueno, como de las fichas, es claro y a la vez atractivo. Con todo, el precio sobrepasa claramente lo que el juego incluye.

El contenido del juego.

Las reglas y el turno

El juego en sí es muy sencillo y su mecánica principal es la de los impulsos. Durante 8 turnos, el jugador romano y el judío alternan sus activaciones por impulso, hasta que en algún punto el romano decida pasar. En ese momento finalizará el turno y se realizarán las acciones de final de turno y mantenimiento. A continuación hacemos un repaso no exhaustivo al funcionamiento del turno.

El turno se divide en las siguientes fases:

  • Robar cartas: los jugadores roban cartas para ajustar su mano a lo que indica cada turno. El jugador judío puede robar hasta dos cartas más si está en posesión de las áreas que le permiten hacerlo.
  • Fase de impulsos. En esta fase principal, los jugadores van alternando las activaciones de un área (o excepcionalmente dos, si se juega la carta adecuada) hasta que el jugador romano decida pasar. En ese caso, el turno finaliza. Cuando una unidad o unidades frescas (fresh) han realizado su acción, se le da la vuelta a la ficha para que quede del lado de agotada (spent). Las acciones que podemos realizar al activar un área en la que tenemos unidades son:
    • Movimiento: las unidades pueden moverse entre áreas adyacentes pagando los puntos de movimiento, que normalmente es 1. Si entran o salen de una zona controlada por enemigo o en la que el enemigo está presenta, pagan otro punto.
    • Ataque: las unidades pueden atacar a unidades enemigas en la misma área (o adyacente si son auxilia romanas o infantería ligera judía). Para ello, el atacante suma su fuerza + posibles modificadores de las cartas + el resultado de 2d6. Por su parte, el defensor suma uno de los valores de las unidades de defensa (el más alto) + el valor defensivo del terreno + valor defensivo del muro (si lo hubiera) + posibles modificadores de la carta. Si el resultado del atacante es mayor que el del defensor, la diferencia de ese resultado son el número de impactos que deberá absorber la defensa. De otro modo, el ataque ha resultado fallido.
    • Asalto: funciona como un ataque + movimiento, en el que las unidades asaltantes se mueven a un área adyacente y realizan un ataque. Luego de calcular los impactos, si consiguen desalojar de unidades defensoras el área asaltada, pueden permanecer en ella; de otro modo, tienen que volver a su área de origen.
  • Fase de final de turno. Cuando el jugador romano decide pasar, termina el turno y se hacen una serie de acciones de limpieza:
    • Los jugadores se descartan de las cartas que deseen.
    • Se quitan los marcadores de Out of Supply que hubiera en juego.
    • Si Roma controla todo el perímetro exterior de la ciudad (áreas de 1 a 11), el jugador tira para ver si aumenta el nivel de restricción del suministro judío. Luego, el jugador judío tira para ver cuántas áreas serán capaces de recuperar las unidades agotadas. Cuanto más alto sea el nivel de restricción del suministro, más áreas no podrán recuperar su condición de frescas.
    • Se da la vuelta a las unidades gastadas o agotadas de vuelta a su lado de preparadas (excepto las que no hayan podido recuperarse según el punto anterior).
    • Roma coloca 6 unidades de refuerzo desde las zonas de refuerzo a una zona adyacente.
    • Recuento de Puntos de Victoria: si Roma está en posesión de las áreas 22 y 27 (el Palacio de Herodes y el Templo), gana automáticamente la partida. En caso contrario, se sigue llevando la cuenta de los VP: cada jugador que controle las áreas 22 y 27 se lleva 1VP por cada una. Si el jugador judío controla toda la ciudad, suma 1VP. El romano gana 1VP por cada líder judío que esté fuera de juego en ese turno. Si se ha llegado al final del último turno, se cuenta también 1PV por cada 2 unidades enemigas eliminadas. Si no hay victoria automática para Roma, se suman los VP y quien tenga un número mayor gana la partida.

En esta explicación de turnos ya podéis ver las mecánicas principales del juego. Cada bando, además, tiene varias mecánicas (rampas y torres de asedio en el caso de los romanos; líderes en el caso de los judíos) que, con sus propias reglas, lo que hacen es servir de modificador a la suma final en ataque o defensa. De la misma forma, la cartas se utilizan para potenciar alguna acción, o para realizar alguna gesta que modifique una regla general (acabar un turno, robar nuevas cartas, obligar a descartar al enemigo, influir en el nivel de suministro, etc.). La presencia de cartas, por tanto, no es indicador de que esto es un CDG: son para apoyar acciones, y de hecho pueden jugarse turnos larguísimos de muchos impulsos sin cartas mientras haya unidades que aún puedan activarse.

Situación de la ciudad en el turno 6.

Impresiones

Me gusta mucho la fidelidad del diseño respecto a la ciudad, con sus diferentes áreas, el detalle del mapa, los lados por los que no se pueden usar las torres de asedio (no sólo por el cauce del río, sino por el desnivel que también funcionaba como barrera defensiva: en la primera imagen del artículo se puede ver bien). Me gusta también cómo el juego representa las disensiones internas de los judíos con las dos facciones (azul y morada) y sus respectivos líderes (Juan y Simón), que a la postre representan un problema logístico más para el jugador hebreo. Todo ello, con un reglamento muy sencillo y que no tiene apenas complicación: el jugador puede centrarse en la estrategia y la planificación porque las reglas no constituyen ningún engorro. En BGG, un usuario planteaba que el tratamiento de todas las murallas de Jerusalén por igual le da al juego «poca solvencia» (de cara a la historicidad, supongo), y si bien es verdad que quizá le pueda faltar algo de cromo para los jugadores más experimentados, creo que las reglas que tiene dejan un juego muy equilibrado, fácil de introducir y bastante representativo del conflicto que retrata.

El Templo de Jerusalén, controlado por los hombres de Juan.

[Actualización marzo 2024] He probado la variante que un usuario de la BGG ha subido y por la que se intenta dar más rigor histórico aumentando el valor de defensa de las murallas de la ciudad antigua a +5 y especialmente las que rodean el Templo, el Palacio de Herodes y la Fortaleza Antonia a +6. El usuario, Hoplomaco, explica que «para tomar la Fortaleza Antonia, el Templo y el Palacio de Herodes se tuvieron que construir rampas de asedio por el tamaño de las fortificaciones, mientras que la Ciudad Nueva era de relativa reciente construcción». Explica que en aquel momento la población en la Ciudad Nueva era escasa y sus muros estaban poco reforzados.

Detalle del juego con los nuevos valores de las murallas marcados con dados.

Para ello, he marcado con los dados del juego Sagrada los nuevo valores de la muralla, que además como toque estético me permitían hacerlo en el mismo color que la facción que originalmente protegía cada área.

¿Cómo funciona la partida con esta variante? Quizá lo que destacaría es que obliga al romano a buscar las zonas más débiles para su penetración, por lo que es probable que el jugador romano se concentre en asaltar la Ciudad Nueva por el norte. En la partida de prueba, el jugador romano ganó, pero no consiguió la victoria automática ni la toma de una de las dos zonas que puntúan para él (el Tempo y el Palacio de Herodes), sino que fue por el recuento de bajas que consiguió su objetivo. Mi conclusión es que, por lo poco que cambia el juego, vale la pena implementar esta variante a la hora de jugar.

Conclusiones

Storm Over Jerusalem me parece un juego muy dinámico. A pesar de que, en principio, un juego de asedio no parece ofrecer mucha variedad, me gusta cómo el sistema de impulsos obliga a meditar cada acción que vayas a hacer, porque quizá activar una unidad puede representar que un área quede vacía o desprotegida por tener unidades agotadas si la tirada sale mal, con lo que cada decisión podría ser el inicio de un efecto dominó devastador. Es un juego en el que, jugado a dos como se indica, el efecto sorpresa de las cartas puede llevar a situaciones interesantes. Como en los sucesos que recrea, el romano tiene las de ganar, así que es muy importante para el jugador judío saber en qué momento tiene que jugar cada carta, meditar bien sus contraataques, y, sobre todo, administrar sabiamente cuándo pasar su impulso, sin perder de vista que cada vez estará más ahogado por las restricciones de suministro. Por su parte, el romano tiene que mantener en la iniciativa y presionar desde el primer momento, teniendo en mente sus refuerzos y la posibilidad de victoria automática. En resumen: es un juego que recomiendo. Si en solitario se deja jugar muy bien, a dos tiene que brillar. Puedes adquirirlo en Snafu Store. Vae Victis!

Tip: uso dados d20 para llevar la cuenta de los valores de ataque y defensa, a pesar de que a veces se supera el valor máximo del dado.

Lecturas recomendadas:

Tenemos poco material en castellano que trate este tema en concreto. La revista Desperta Ferro Antigua y Medieval 23 (mayo de 2014) le dedicó un monográfico a la Primera Guerra Judeorromana, con varios artículos de interés, especialmente el del profesor Edward Dabrowa, sobre el asedio y toma de Jerusalén. La puedes comprar en la web de Desperta Ferro.

Uno de los autores de la época que documentó el conflicto fue José ben Matías, más conocido como Flavio Josefo, autor judío romanizado que escribió La guerra judía y al que Vespasiano concedió la ciudadanía romana y nombró historiador oficial del imperio. Concretamente el asedio y destrucción se encuentran en los tomos V y VI de esta obra. Una de las pocas ediciones que tenemos en condiciones es la de Gredos, pero actualmente está inencontrable. Desconfiad de las ediciones en ebook que circulan, tienen pinta de ser de mala calidad y ser malas traducciones. Con todo, como obra tangencial pero relacionada, tenéis una biografía del propio Flavio Josefo, de Mireille Hadas-Lebel y editada por Herder en 2009. Si leéis en catalán, en 2020 la clásica colección Bernat Metge reeditó en 3 tomos y edición bilingüe (griego/catalán) La guerra dels jueus, del que aún quedan algunos ejemplares, pero son en encuadernación en tela y muy caros. Todo sobre este juego está deluxificado, por Júpiter.

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