Fredericksburg: un AAR de Rebel Fury (2023)

Noviembre de 1862. Ambrose Burnside acababa de reemplazar a Mclellan. Lincoln lo había fulminado tras una serie de repetidas derrotas y su aparente falta de compromiso en la continuación de la guerra. Burnside lanzó una campaña de invierno contra la capital confederada, Richmond, a través de Fredericksburg, una ciudad de importancia estratégica a orillas del Rappahannock. El ejército federal del Potomac alcanzó Fredericksburg el 17 de noviembre, pero su avance quedó interrumpido en la orilla oriental del río, frente a la ciudad. La construcción de pontones para cruzarlo, que se demoró más de lo que Burnside quería, permitieron a Lee concentrar y atrincherar su ejército de Virginia del Norte en el terreno elevado detrás de Fredericksburg. Con la llegada de los pontones, cruzó el río el 11 de diciembre, a pesar del feroz fuego enemigo. El 13 de diciembre, Burnside estaba preparado para lanzar un ataque de dos frentes para expulsar a las fuerzas de Lee del imponente conjunto de colinas de las afueras de la ciudad.

El ataque principal se produjo al sur de la ciudad. Los malentendidos y el liderazgo fallido del comandante del flanco izquierdo, el general W.B. Franklin, limitaron la fuerza atacante a dos pequeñas divisiones: las de Meade y Gibbon. Las tropas de Meade atravesaron una brecha de las líneas confederadas, pero los hombres de Jackson los repelieron, infligiendo grandes pérdidas. Burnside lanzó su segundo ataque desde Fredericksburg contra la izquierda confederada en Marye’s Heights. Oleada tras oleadas, los unionistas fueron abatidos por las tropas confederadas, que disparaban desde una posición inexpugnable en una carretera hundida y protegida por un muro de piedra. En el transcurso de la tarde, no menos de catorce brigadas federales cargaron contra el muro de fuego confederado. Ningún soldado federal llegó a la línea de Longstreet. El 15 de diciembre, Burnside ordenó a sus tropas volver a retirarse a través del Rappahannock. La Unión perdió cerca de 13 000 soldados en una batalla que resonó por la mortífera y futil que resultó. Burnside sería relevado y los rebeldes verían su moral acrecentada para continuar su lucha.

El primer escenario que Rebel Fury propone es la batalla de Fredericksburg (diciembre de 1862). Se trata de un escenario de 3 turnos (entre el 12 y el 13 de diciembre), indicado especialmente para probar en solitario e ir haciéndose con las mecánicas del juego. Hoy hacemos un brevísimo After Action Report de esta partida de prueba.

Despliegue inicial del escenario en solitario.

El reglamento especifica que, para probarlo en solitario, el jugador lleva a los unionistas. Los confederados, en sus respectivas fases de movimiento y ataque pasarán, con lo que se intenta simular el posicionamiento estático que Lee estableció en sus líneas. El «bot» de los confederados, puesto que realmente no van a reaccionar en la partida, no necesita contar los puntos de artillería que use.

En el escenario, la victoria será para el bando federal si consigue controlar 4 de los hexágonos de posición federales (marcados con un cubo rojo). De otra forma, la victoria es para el bando confederado.

En medio del turno 2, las divisiones federales cruzan el Rappahannock y se enfrentan con el fuego bien posicionado de los confederados, que les obliga a retirarse.

Esta batalla es una carrera contra el tiempo. Como ejército federal, tenemos sólo esos tres turnos para plantarnos en Marye’s Height y tomar las posiciones, pero la dificultad de avanzar en la ZOI (zona de influencia) y la ZOC lo hacen un infierno.

En nuestra partida de prueba, hemos intentado un acercamiento con el 2º Cuerpo, por la derecha, pero ha sido totalmente rechazado. Quizá con un poco más de tiempo se podría intentar flanquear a Lee por la línea de Hazel Run, pero tal como está planteado el escenario (las reglas sugieren que el jugador unionista no puede usar más allá de la columna 33xx, tal como marcan las «X» de las fotos) es imposible.

Final de partida, derrota del ejército de Burnside.

Así pues, el escenario reproduce bien, a mi juicio, la situación real en la que el tiempo fue un factor decisivo para que los confederados pudieran tomar posiciones que fueran imposibles de tomar por los federales. Todavía es pronto para dar mis impresiones del juego, pero de momento me está pareciendo innecesariamente complejo en su planteamiento, sobre todo respecto a cómo están redactadas y planteadas las reglas, algo a lo que seguramente volveremos cuando hagamos la reseña del juego. La alternancia constante entre jugadores dentro de cada turno es un hándicap para jugarlo en solitario.

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[Información histórica: The Atlas of the Civil War, de James M. McPherson. Skyhorse Publishing, 2022.]

Otras lecturas recomendadas:

Secesión: La guerra civil americana. John Keegan. Turner, 2021 (Reed.).

Memorias, 2ª parte: La guerra de secesión (1861-1863). Ulysses S. Grant. HRM, 2019.

Viaje a Shiloh. Will Henry. Valdemar, 2018. (Novela)

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